La terapia familiar tiene como objetivo dotar de recursos a todos los sus miembros de habilidades comunicativas que permitan actuar de manera colaborativa, dirimir conflictos, y equilibrar las dinámicas cotidianas. La familia es la base de desarrollo del ser humano, y es un modelo en el que se aprende el respecto y la a cómo ver, actuar, relacionarse y comunicarse con el mundo. Se trata un elemento imprescindible a la hora de aprender aspectos emocionales y relacionales, con gran influencia en el desarrollo.
Es por ello que en este tipo de tratamiento se intenta involucrar a dos o más miembros de una misma familia de cara a observar y, en caso necesario, modificar, los patrones de interacción entre los miembros de la familia.